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La afluencia, creciente,
de padres y madres en coche a la escuela genera cada vez más
problemas de inseguridad vial en el entorno y en la puerta de la
escuela. Los atascos en los accesos y la indisciplina a la hora de
aparcar son las situaciones que más se repiten, junto a la
incorrecta utilización de los SRI. Se producen así, importantes
riesgos de atropello, para todos. Pero además el caos generado
desincentiva a los modos de transporte más sostenibles el caminar y
la bicicleta.
Estas situaciones se
cobran todos los años heridos e inclusos fallecidos. Las prisas por
aparcar y la violación sistemática e irresponsable de las normas de
seguridad vial (dobles fila,
ocupación de pasos de peatones...) se dan en muchas
entradas y entornos escolares observándose conductas de conducción
temeraria que ponen en
peligro la vida de las personas. Ademas afectan
especialmente a l@s niñ@s que se desplazan
en coche, al comenzar su jornada escolar con unos niveles de estrés
superior al resto de sus compañeros.
Las
situaciones descritas se dan, en ocasiones, ante la pasividad de las
autoridades, afortunadamente no siempre. Otras veces los problemas de
congestión se pretenden solucionar con mas aparcamientos. Pero los
entornos escolares disponen, como el resto de la ciudad, de una
dotación y capacidad de estacionamiento en superficie, definida por
la práctica urbanística que no siempre puede dar respuesta a los
picos de demanda que se producen en la entrada y salida de la
escuela. El incremento del uso del coche del los últimos 10 años,
agrava el problema y de continuar la tendencia lo hará cada vez mas
ingestionable.
Se ha demostrado que dar
mas espacio a los coches, por ejemplo creando mas aparcamientos o
siendo tolerantes con las dobles filas, genera un efecto llamada, un
mayor empoderamiento de quienes usan el coche y mas trasvase de
desplazamientos hacia el automóvil, alimentando un circulo vicioso
que genera mas inseguridad vial.
Una alternativa es
transformar el entorno de la escuela, redistribuyendo el espacio en
favor de los modos peatonales y reasignando prioridades modales en
favor de los modos mas sostenibles y que menos inseguridad vial
generan (caminar, bicicleta, transporte colectivo). Para ello existen numerosas tecnicas, incluidas las del calmado de trafico. Otra manera
de desincentivar el uso del coche es limitar su acceso hasta la misma
puerta del colegio. Varias experiencias se han puesto
en practica este curso, auque en varios casos, se han planteado de
manera piloto, solo un dia a la semana, como las de Arbeca (Lleida)
y Bera (Navarra).